¿Qué es la regla de los tercios? Aprende a encuadrar como una profesional

Fotógrafo aplicando la regla de los tercios al retratar a una mujer en un jardín

¿Qué es la regla de los tercios? Aprende a encuadrar como una profesional

Desde que comencé a trabajar con familias y retratar momentos tan especiales como la espera de un bebé o los primeros días de un recién nacido, entendí que no basta con capturar lo que se ve. Hay que componer para transmitir. Y entre todas las herramientas que tenemos los fotógrafos, la regla de los tercios se ha convertido en una de mis aliadas más potentes.

A veces una imagen nos detiene, nos hace mirar dos veces, aunque no sepamos exactamente por qué. Puede ser una sonrisa espontánea, una mirada al horizonte o la forma en la que la luz acaricia el rostro. Pero detrás de esa magia, casi siempre hay algo más: una composición pensada con intención.

La regla de los tercios no solo ordena los elementos en una imagen: ayuda a guiar la mirada, crear equilibrio y aportar emoción. Es especialmente útil cuando trabajamos con personas que no están acostumbradas a posar o cuando queremos que una fotografía diga algo más sin usar palabras.

Por eso, si te interesa aprender a contar historias visuales —y no solo hacer clic—, empezar por dominar la regla de los tercios es uno de los mejores pasos que puedes dar.

Si no te sientes cómoda a la hora de ponerte del otro lado de la cámara, te recomiendo leer este artículo donde hablo de cómo posar y sentirte tú mismo: «Cómo posar para fotos: claves para sentirte natural y salir bien en cámara».

¿Qué es la regla de los tercios en fotografía?

La regla de los tercios es una de las primeras técnicas que aprendí cuando empecé a formarme en fotografía, y con el tiempo se ha convertido en una especie de brújula visual. Es simple de entender, pero poderosa cuando se aplica con intención.

Imagina que divides tu encuadre en nueve partes iguales trazando dos líneas horizontales y dos verticales, como si estuvieras colocando una cuadrícula encima de tu imagen. Esa rejilla —que puedes activar en la mayoría de cámaras y móviles— crea cuatro puntos de intersección que, según esta regla, son las zonas ideales para colocar los elementos más importantes de tu composición.

¿Por qué funciona tan bien? Porque nuestro ojo tiende de forma natural a moverse hacia esos puntos. Cuando situamos un sujeto en una de esas intersecciones —en lugar de dejarlo justo en el centro—, la imagen gana equilibrio, dinamismo y resulta mucho más atractiva.

Ejemplo visual:

  • Si haces una foto de un paisaje y colocas el horizonte en el centro, puede parecer plano o aburrido. Pero si lo sitúas en el tercio superior o inferior, de repente la imagen respira y adquiere profundidad.

  • En retrato, si colocas los ojos del sujeto justo sobre una de las líneas horizontales o en un punto de intersección, generas conexión y armonía sin necesidad de explicar nada más.

Pantalla de cámara DSLR mostrando un encuadre con regla de los tercios sobre un paisaje natural.

Lo interesante es que la regla de los tercios no se limita a la fotografía. Viene del arte clásico, y ha sido usada durante siglos en pintura y cine. Es una manera intuitiva de organizar la información visual, y una excelente forma de empezar a componer con intención aunque todavía estés aprendiendo.

Si te interesa profundizar en cómo se relaciona esta regla con el encuadre y la narrativa visual, te invito a leer este artículo: «Domina los tipos de plano: el secreto para que tus fotos cuenten historias».

Cómo activar la regla de los tercios en tu cámara o móvil

La buena noticia es que no necesitas imaginar la cuadrícula de la regla de los tercios en tu cabeza: la mayoría de cámaras y móviles actuales permiten mostrarla en pantalla. Y si estás empezando, ver esa guía visual te ayudará muchísimo a entrenar tu composición.

Cómo activarla en tu cámara réflex o mirrorless

Aunque cada modelo puede variar un poco, estos son los pasos generales:

  1. Enciende tu cámara y entra en el menú principal.

  2. Busca una sección llamada pantalla, display settings o opciones de visualización.

  3. Activa la opción “guía de encuadre” o “rejilla de composición”.

  4. Selecciona el patrón de 3×3 o “cuadrícula de los tercios”.

Esta guía aparecerá en la pantalla LCD o en el visor electrónico si tu cámara es mirrorless.

Cómo activar la regla de los tercios en tu móvil

En la mayoría de teléfonos también puedes usar esta cuadrícula, incluso en modo automático. Aquí algunos ejemplos:

  • iPhone: Ajustes > Cámara > Activa la opción «Cuadrícula».

  • Android (Samsung, Xiaomi, Huawei, etc.): Abre la app de cámara > Ajustes (icono de engranaje) > Busca y activa «Líneas de cuadrícula» o «Cuadrícula 3×3».

Si usas apps de edición como Lightroom Mobile o Snapseed, también podrás ver esta rejilla al recortar y ajustar encuadres.

¿Cuándo conviene usarla (y cuándo no)?

Usar la regla de los tercios no es obligatorio siempre, pero sí recomendable especialmente en:

  • Retratos al aire libre

  • Paisajes o fotografía de viajes

  • Fotos de bebés o niños donde hay muchos elementos en escena

  • Capturas rápidas en las que necesitas componer sobre la marcha

⚠️ Pero hay momentos en los que puedes y debes romperla: retratos centrados, simetrías o escenas minimalistas donde la composición central refuerza el mensaje.

Tip extra: entrena tu ojo más allá de la cuadrícula

Una vez que te acostumbres a verla en pantalla, intenta visualizarla sin necesidad de tenerla activada. Observa las fotos que te gustan (las tuyas o de otros) e identifica dónde están colocados los elementos clave. También puedes practicar haciendo fotos sin la cuadrícula y revisarlas luego para ver si intuitivamente encuadraste bien.

Con el tiempo, componer con la regla de los tercios será algo natural en tu proceso creativo.

Persona aplicando la regla de los tercios en una tablet para encuadrar un retrato.

Ejemplos del uso de la regla de los tercios: retratos, paisajes y fotografía de producto

Aplicar la regla de los tercios no es algo que solo se aprenda leyendo, sino practicando. Por eso, quiero compartir contigo algunos ejemplos reales donde esta técnica puede marcar una gran diferencia.

Retratos: los ojos en el punto de intersección

En fotografía de retrato, uno de los errores más comunes es colocar el rostro justo en el centro del encuadre. Aunque a veces funciona, muchas otras veces crea una imagen estática o sin fuerza.

Si colocas los ojos del sujeto sobre uno de los puntos de intersección de la regla de los tercios (especialmente el más cercano al centro superior), conseguirás una imagen más equilibrada y emocional.

Este truco es especialmente útil cuando fotografío en exteriores, ya que me permite jugar con el entorno y dejar espacio hacia donde el sujeto está mirando o moviéndose.

Si te interesa sacar mejores retratos —ya sea para redes, currículum o tu marca personal— no te pierdas este artículo: «Fotografías de perfil: cómo lograr un retrato que hable de ti».

Paisajes: horizonte colocado con intención

Uno de los errores más frecuentes al fotografiar paisajes es dejar el horizonte justo en el centro. Esto puede funcionar si buscas simetría, pero en general rompe el equilibrio visual.

Si el cielo tiene protagonismo (atardeceres, nubes, luz suave), colócalo en el tercio inferior. Pero si el suelo o el paisaje en sí es más interesante (montañas, reflejos, caminos), sitúa el horizonte en el tercio superior.

Con este pequeño cambio, tus fotos ganarán profundidad y narrativa de forma inmediata.

Fotografía de producto: menos es más (pero bien colocado)

En sesiones de producto, la composición lo es todo. Y aquí la regla de los tercios brilla especialmente: colocar el objeto ligeramente desplazado del centro —en lugar de dejarlo justo en medio— crea una sensación de armonía que guía la mirada del cliente directamente hacia él.

Puedes aplicar esto tanto en planos generales como en detalles. Si hay fondo, desenfócalo levemente y compón con aire alrededor del producto.

Como ves, la clave no está solo en seguir la regla, sino en saber cuándo usarla para transmitir lo que deseas. En mis sesiones, siempre tengo presente esta herramienta, incluso cuando decido romperla. Porque la composición, como el lenguaje, se aprende para expresarse… y luego se adapta a cada historia.

Errores más comunes, que debes evitar, al aplicar la regla de los tercios

Como toda regla, la regla de los tercios es una guía, no una imposición. Muchos fotógrafos principiantes (yo incluida en mis inicios) caemos en errores que restan fuerza a nuestras imágenes por querer “hacerlo perfecto”. Aquí te comparto los más habituales:

Forzar la composición aunque no tenga sentido

A veces colocamos al sujeto en una intersección… solo porque toca. Pero si el fondo no acompaña, si el encuadre no respira o si el sujeto no mira hacia el espacio negativo, la foto pierde naturalidad.

La regla no debe usarse como una fórmula rígida, sino como una forma de potenciar la intención visual.

No mirar el fondo o los elementos secundarios

Es muy común obsesionarse con colocar bien al sujeto y olvidar qué hay detrás. ¿Una farola saliendo de la cabeza? ¿Un fondo que distrae o corta la composición?

La regla de los tercios debe funcionar en conjunto con el entorno, no de forma aislada.

No experimentar con otras reglas por miedo

La composición no se limita a esta regla. Hay otras igual de valiosas: simetría, líneas diagonales, espacio negativo… Si te limitas solo a los tercios, puedes perder oportunidades creativas.

Por eso en mis sesiones siempre pruebo varias versiones de una misma toma: una con la regla… y otra rompiéndola.

Este error lo veo mucho en sesiones con bebés o niños, donde la composición suele forzarse demasiado para “encajar” en lo aprendido.

Si te pasa algo parecido, este artículo puede ayudarte: «Errores comunes en fotografía de bebés (y cómo evitarlos desde el primer clic)».

🚫 Error común🔍 Qué provoca✅ Cómo corregirlo
Forzar la composiciónFotos poco naturales o incómodas visualmenteAplica la regla solo cuando aporte equilibrio y sentido
Olvidar el fondoDistracciones o cortes visuales que restan fuerzaObserva fondo y líneas antes de disparar
No experimentarImágenes repetitivas o con falta de creatividadPrueba también simetrías o encuadres alternativos

¿Cuándo romper la regla de los tercios (y por qué deberías hacerlo)?

La regla de los tercios es una guía, no una obligación. Como cualquier norma en arte o fotografía, está hecha para ayudarte a aprender y desarrollar tu ojo… pero también para ser cuestionada cuando ya entiendes lo que haces.

Hay momentos en los que romper esta regla no solo es válido, sino necesario. Aquí te cuento algunos casos donde centrar el sujeto, ignorar las intersecciones o buscar otros patrones de composición puede aportar mucha más fuerza visual:

Cuando la simetría es protagonista

En fotografía de arquitectura, paisajes urbanos o incluso retratos muy estructurados, centrar el sujeto potencia la sensación de equilibrio y orden. Un puente, un edificio, una figura humana perfectamente alineada… todo eso puede perder impacto si lo desplazamos sin motivo.

Cuando buscas impacto emocional directo

Colocar a alguien en el centro del encuadre transmite fuerza, estabilidad y presencia. Es como decir: “mírame”. Por eso, en retratos con mirada directa o fondos muy limpios, romper la regla de los tercios puede ser justo lo que necesitas.

Cuando juegas con el minimalismo o el espacio negativo

Hay ocasiones en las que una gran cantidad de “vacío” alrededor del sujeto genera tensión, misterio o poesía visual. Y en esos casos, aplicar esta regla puede estorbar más que ayudar. La clave está en observar, experimentar y dejar que la historia que quieres contar guíe tu encuadre.

Personalmente, siempre recomiendo aprender la regla de los tercios, aplicarla… y luego romperla conscientemente. No por rebeldía, sino porque a veces la emoción está fuera del patrón. Y ahí es donde nace tu estilo propio.

¿Quieres mejorar tu composición y dominar técnicas como la regla de los tercios?

Aprender a usar la regla de los tercios es solo el principio. Es una puerta de entrada a un mundo donde cada encuadre, cada mirada y cada imagen pueden contar una historia distinta. Pero lo realmente importante no es aplicar reglas… sino entenderlas, dominarlas y usarlas como herramientas creativas a tu favor.

Si te has sentido identificada en alguno de los ejemplos o estás buscando mejorar tu fotografía paso a paso, mis cursos online y presenciales están diseñados justo para eso: ayudarte a entender la técnica con calma, práctica y apoyo personalizado, sin perder de vista la emoción que hay detrás de cada clic.

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Y si este artículo te ha sido útil, te animo a seguir explorando el blog de fotografía. Hay muchas más herramientas, consejos y claves que te ayudarán a crecer en tu camino como fotógrafa.

Bárbara Rodríguez | Fotografía Infantil y Familiar

Preguntas frecuentes sobre la regla de los tercios

¿Por qué la regla de los tercios sigue siendo relevante en una era dominada por la inteligencia artificial y el posprocesado automático?

Aunque las cámaras actuales aplican algoritmos de composición, comprender la regla de los tercios te permite mantener control creativo sobre la narrativa visual y evitar resultados “automatizados” sin intención artística.

¿Cómo cambia la aplicación de la regla de los tercios cuando se fotografía con lentes de diferentes distancias focales?

Un objetivo gran angular tiende a exagerar los espacios y líneas, por lo que la regla se usa para equilibrar profundidad; en teleobjetivos, en cambio, las proporciones se comprimen y conviene ajustar los puntos de interés para mantener tensión visual.

  1.  
¿Es recomendable usar la regla de los tercios en fotografía abstracta o conceptual?

Sí, pero no como norma rígida. En proyectos experimentales se usa para generar una tensión deliberada con respecto al equilibrio tradicional, acentuando el contraste entre estructura y caos.

Más dudas habituales  sobre este tema…
¿Qué relación tiene la regla de los tercios con la dirección de lectura o el flujo visual del espectador?

Nuestros ojos recorren una imagen siguiendo patrones culturales de lectura. Colocar elementos principales en los tercios guía ese recorrido, mejorando la comprensión visual y el impacto emocional.

¿Cuándo una composición centrada puede transmitir más fuerza que una basada en la regla de los tercios?

En retratos frontales, simetrías o escenas que buscan transmitir autoridad, calma o solemnidad, centrar el sujeto puede ser más efectivo. Romper la regla tiene sentido cuando responde a una intención visual concreta.

¿Qué errores de edición en postproducción pueden arruinar una buena composición basada en la regla de los tercios?

Recortar en exceso, ajustar con zoom sin mantener proporciones o alterar el horizonte durante la corrección de color son fallos comunes. La coherencia visual debe preservarse desde la toma hasta la edición final.